miércoles, 1 de octubre de 2008

EL SECRETO DE FON (NO LO LEAIS, QUE YE SECRETO...)


ESTO ANDABA POR OTRU BLOG, PERO YE PENA DEJALO MORRER...


Foner era un tipo duro, de los que ya no quedan.Nunca salía de un bar, chigre o sidrería sin sentir a su espalda el aspero ruído de la persiana de cierre. Era lo que se podría llamar "un cierra bares". Todos sus colegas y amigotes, compañeros en mil y una noches de chanzas y risas lo recuerdan por su sobrenonbre "Dj Foner", surgido a raíz de su gran gusto musical y su querencia por dar la caca a los pinchadiscos pidiendo musica bizarrona hasta extremos inimaginables.De aquella época vital solo recuerda dos cosas:a) De tanto estar sentado en las barras, le dió por dibujar en las servilletas, y lo que en principio era un pasatiempos de borrachín, se convirtío a la larga en su futuro, ya que en una noche oscura como boca de lobo, mientras mataba su tiempo entre garabatos y copas, un avispado cazatalentos (un tal C.M.) le instó a formar parte de su grupo de técnicos hipercualificados.b)De ésta se acordaba hasta hace poco pero, debido a unos hechos que a continuación relataremos, ha pasado a formar parte de su más que odiado pasado.Y es que, efectivamente, Foner odia su pasado, sus días de VINO y gloria. Y os preguntareis... ¿a qué se debe este odio visceral por sus hechos pasados?¿qué le puede haber ocurrido que le ha llevado a renegar de su anterior existencia?. La explicación es sencilla a la vez que escalofriante:Un día, mientras paseaba por la semana negra de Gijón con un cachi en la mano, se acercó a un puesto de un súbdito sudamericano vestido de indio apache y empezó a escuchar un soniquete, una extraña melodía que se introdujo en su cortex cerebral como si de la mejor droga (de la que él era consumado consumidor) se tratara. De pronto se dio cuenta que era la bellísima canción de "Titanic", pero interpretada de un modo diferente, más lenta, más suave...Esto le causó una tremenda sensación de plenitud, como si todo le sobrara excepto la música. Al instante arrojó su cachi semilleno al suelo y, de una manera decidida, gritó a los cuatro vientos y a los catorce nigerianos con cd´s que le observaban que jamas volvería a escuchar otra música u que no fuera la del buen rollito, que lo mismo valía pa dormir que pa ir en ascensor, que....Así, empezó a ir a los festivales veraniegos que se dan por toda la geografía del gran país que es España con el único objetivo de encontrar la carpa chill-out. Daba igual que tocaran los Strokes, Morrisey o cualquier otro grupo en boga. El solo quería escuchar new age mientras degustaba una sana bebida (normalmente ColaCao Energy) y se atusaba su interesante barbilla progre.De esta manera comenzó a descubrir numerosos grupos que le transportaban a otra dimensión y le ayudaban en su tarea de crear animales antropomorfos que hacían cosas propias de humanos (¡fijaos hasta que punto su cerebro se convirtió en una gran máquina generadora de ocurrencias sin par!).Hoy en día, reformado y convertido en el ilustrador del siglo XXI, se limita casi exclusivamente (trabaja para pagarse sus cd´s) a su labor como presidente del club de fans de ENYA, a la que idolatra por encima de todas las cosas, hasta el punto de tatuarse en su nalga derecha la letra de "Orinoco Flow" y en la izquierda la cara de su amada intérprete.